Hoy por fin me he quitado un peso de encima. Cancele Kant. Así fue la historia: temprano en la mañana fui a la escuela, dimití de esta materia, y asimismo, vi a cierto personaje de nombre A..., al cual divise con una actitud depresiva, y al momento de él cancelar 2 de las tres materias, de inmediato surgió otro hombre, uno feliz y dichoso, amplio de sonrisa y alegre de pensamiento.
Después de tan sosegado momento, me dirigí a la biblioteca. Ocupe mi asiento y de repente he visto toda clase de chicas bellas y hermosas. Hasta vi a V..., me sorprendió, me temblaban por un momento las piernas, se dirigió hacia mi, y pensé que no me iba a saludar, pero si lo hizo: "hola Carlos, como esta?", tan impersonal como siempre, pero suficiente para mi pobre alma. No se sentó al lado mio, ocupo un lugar distante de mi, junto a otro, que de pronto puede ser ¡ su nuevo amor! ( mentiras, se me olvidaba que los F... no siente nada por nadie), no me importa ya, así que me dedique a mi estudio; a parte de aparentar maldad con la mirada ( mi tan aclamada mirada de la penitencia), y de asustar a dos ingenieros, no hice nada extraordinario.
Así pues, al irse V..., espere unos instantes para irme y me encontré con N..., quien también cancelo Kant y me dijo que mucha gente estaba cancelando Aristoteles.
¡ Bien por ellos! y mal por Ma..E, que le pueden llamar la atencion respecto a su clase, aunque sabemos que en la escuela todos se cubren.
Ando demasiado solo en mi vida, me gustaría tener a alguien ( Para que?, es fantástico esta solo, no te reportas a nadie y tienes absoluta libertad).
