martes, 30 de octubre de 2007

TRABAJO DE TRAGEDIA GRIEGA

LA HAMARTÍA EN EDIPO REY, IFIGENIA ENTRE LOS TAUROS Y HÉCUBA

Preguntas claves en la tematización de este escrito radican en: ¿qué significa el concepto de hamartía y cómo se produce ésta en las piezas trágicas: Edipo Rey, Ifigenia entre los Tauros y Hécuba?; ¿se observan diferencias y semejanzas en estas obras?

Para responder a estas conjeturas se basara, principalmente, en el estudio realizado por Carmen Trueba en su capítulo del libro –Ética y tragedia en Aristóteles- y en las mismas obras planteadas.

En primera instancia, el término hamartía designa un “error trágico” que el personaje principal comete por desconocimiento que a su vez, lo conduce a la desdicha.

“(…) La composición de la acción trágica como una megále hamartia presenta la acción destructiva y terrible como un error sumamente grave, pero involuntario y digno de compasión, que propicia en el espectador una indulgencia peculiar y una emoción empática muy intensa” (Trueba 2004: 115).

También, en segunda instancia, conceptos como el reconocimiento y la peripecia juegan un papel importante en las tragedias. En la – Poética- de Aristóteles, el reconocimiento es definido como “(…) un cambio de la ignorancia al saber, que genera, el amor o el odio de quienes están predestinados para la felicidad o la desdicha”[1] , y la peripecia “es la transformación de lo actuado en su contrario”[2]

Ahora bien, se analizará inmediatamente, cómo los elementos anteriormente estipulados se manifiestan en las obras de Sófocles y Eurípides, y, cómo se presenta la “acción terrible” en ellas.

En las tres tragedias los agentes ignoran algo, esto a fin de cuentas, es de suma importancia para el desarrollo consecuente de la obra y para el devenir mismo de ellos.

Edipo ignora los lazos de parentesco que existen entre él, Yocasta y Layo (padre y madre respectivamente). En Ifigenia, ésta, desconoce la suerte de su querido hermano ( el cual cree que está muerto) y su relación de consaguinidad con los dos desconocidos capturados para ser sacrificados a la diosa Artemisa.

¿Qué ignora Hécuba?, Hécuba como viuda, expatriada y sierva, reducida a una miseria sin igual, ignora la muerte de su hijo Polidoro a manos de Poliméstor.

Asimismo, las acciones terribles cometidas por desconocimiento son:

En Edipo, el parricidio y el incesto cometidos por este, a pesar de tratar de evitarlo, alejándose de quienes cree son sus verdaderos padres: el rey Pálibo y la reina Mérope.

La obra Ifigenia, la acción terrible que se aproxima, es el sacrificio de su hermano Orestes, pero que no llega a concluirse.

En estas dos obras se denota que un personaje cometió la acción trágica y el otro la evitó. Edipo cayó porque no alcanzó la plenitud de la razón. No se detuvo a pensar si aquellos hombres en el cruce de caminos tenían alguna relación con él. Mientras que Ifigenia, presenta una imagen indagadora, pregunta a los capturados sobre Grecia y otras cuestiones, con las cuales progresivamente se da el reconocimiento. Se detiene para pensar y reflexionar sobre quienes son realmente aquellos dos extraños.

En Hécuba no se encuentra una acción terrible acontecida por desconocimiento. Lo más grave, que ocurre, es lo cometido en contra de Polimester (enceguecerlo), lo cual es hecho por Hécuba. Ella, herida en lo más profundo de su ser, afectada por el sacrificio de su hija, y ahora, el conocer la muerte de su hijo, utilizará ciertas ardides, con el propósito de castigar al traidor, el cual, no supo mantener la costumbre de la hospitalidad intacta y se dejó absorber por la avaricia.

Cabe agregar, que una importante diferencia en las dos primeras obras mencionadas, es el momento en el que se da el reconocimiento; en el caso de Edipo, después de haber asesinado a su padre Layo; en cambio en Ifigenia, se concreta antes de la acción, lo que hace evitar el posible desenlace terrible que se esperaba.

Así, pues, se especifica en ambas obras ese paso importante de la peripecia que se abarca trágicamente.

En Edipo, se centra de la dicha a la desdicha, sus propias acciones lo condujeron a la desgracia. Es decir, se encuentra un desenlace infeliz; muy diferente a lo visualizado en Ifigenia el cual se transito de la desdicha a la dicha. Ella reconoce los lazos de sangre con Oreste, encontrando, de esta forma, la gracia del reencuentro.

En Hécuba se presenta un reconocimiento, a mi entender, bastante simple, ya que le traen el cuerpo de su hijo muerto, hallado en la orilla del mar, y ella al mirarlo atentamente lo reconoce, y entonces se lamenta aún más de sus desgracias venidas todas juntas.

Es apreciable el talento de Eurípides en esta pieza, ya que desenvuelve de una gran manera, todo el manejo a la venganza que su heroína realiza. Basta una mirada para comprobar toda una intensidad dramática que llega a situaciones extremas. La aparición del espíritu de Aquiles, reclamando el sacrificio de Polixema, había puesto a Hécuba en una lamentación notoria, pero que al final, tenía que resignarse – ya que se trataba de un deseo de un muerto-, más no podía actuar de esta manera, ahora, en lo relacionado con su hijo. Surge un espíritu vengativo, una fuerza de destrucción. Actúa de acuerdo a una serie de procesos psicológicos explicables. Todo engendrado por su gran amor de madre y por su afán de obtener justicia, ya que no sería mostrada como un monstruo ante los otros, sino como justa vengadora de los que habían iniciado los crímenes.

Otro aspecto interesante en la obra, radica en que Hécuba nunca clama plegarias a los dioses para que la socorran. Parece no necesitarlos ya que ella misma siente que nadie podía resistir con tanta entereza sus desgracias. Su sufrimiento no la hunde en total desesperación. Al contrario, trata de cierta forma, mantenerse en pie, de reaccionar contra la conformidad que los hombres tienen respecto a los designios divinos.

De lo anterior, más que pasiones de otra índole, sigue en ella cierto carisma maternal, reflejado en salvar de la muerte a su hija Polixema, ya que menciona que fue ella la que dio a luz a Paris, aquel asesinó a Aquiles con una flecha. De esta manera, quiere evitar la perdida de otro ser querido, aparte de los muertos en Troya, que la dejarían sola y perdida.

Finalmente, la forma como se da el reconocimiento en las obras – Edipo Rey e Ifigenia entre los tauros- es una principal diferencia. En la primera es ya realizada la acción terrible, mientras que en Ifigenia, se realiza antes, por ende, no se ejecuta la acción y el final es dichoso.

BIBLIOGRAFÍA

TRUEBA, Carmen (2004).Ética y Tragedia en Aristóteles. Barcelona: Anthropos, pág 131



[1] Aristóteles, Poética 1452a

[2] Ibid Pág. 12

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